Han pasado casi seis años desde la última vez que escribí en este blog.
Siento algo de nostalgia pues recuerdo lo que vivía por esos años.
Han pasado muchísimas cosas y es imposible resumirlas en una entrada de blog, sólo me queda decir que el día de hoy me siento bien, estoy contento.
Ahora vivo en la gran Ciudad de México, y aunque a veces la odio tanto, es imposible no sentirme a gusto en esta gran mancha urbana, sin embargo, como otros habitantes de este lugar, es imposible ignorar un problema grave como es de la movilidad. Cuando llegué aquí, mis traslados los hacía como la gran mayoría, en el Servicio de Transporte Colectivo Metro, es barato y te lleva casi a cualquier parte de la Ciudad, pero la afluencia de gente es tanta en los días laborales que, el Metro colapsa a menudo, en las horas pico apenas se puedo respirar y en los días de lluvia, llegar a casa se convierte en una odisea.
Afortunadamente, siempre me ha llamado la atención andar en bicicleta, de niño fue una de mis actividades favoritas, pero cuando llegué a vivir a la Sierra de Guadalupe (Ecatepec), andar en bicicleta era imposible debido a las calles tan empinadas y en mal estado.
Aquí, en la Ciudad, el centro es prácticamente plano, hay algunas subidas en el sur, pero no es tan prolongado como muchos dicen. Entonces decidí arreglar una bicicleta que tenía arrumbada, no es tan bonita y es muy pesada, pero la empece a usar como transporte hacia la universidad. Mi trayecto de casa a la universidad era de aproximadamente 15 km de ida y 15 de vuelta, mis compañeros se sorprendían porque decían que era una distancia muy grande y que era mejor usar su coche o andar en el metro.
Yo sigo teniendo los mismos motivos para moverme en bicicleta hasta el día de hoy, en este ciudad caótica, llena de embotellamientos vehiculares, riñas en el transporte público y robos de carteristas en el metro, la mejor opción es moverse en bicicleta, evitas el estrés del transporte, haces ejercicio, ahorras tiempo y eres más feliz.
Así fue como me incursioné en el ciclismo urbano, actualmente uso la bicicleta en casi el 80% de mis recorridos.
Siento algo de nostalgia pues recuerdo lo que vivía por esos años.
Han pasado muchísimas cosas y es imposible resumirlas en una entrada de blog, sólo me queda decir que el día de hoy me siento bien, estoy contento.
Ahora vivo en la gran Ciudad de México, y aunque a veces la odio tanto, es imposible no sentirme a gusto en esta gran mancha urbana, sin embargo, como otros habitantes de este lugar, es imposible ignorar un problema grave como es de la movilidad. Cuando llegué aquí, mis traslados los hacía como la gran mayoría, en el Servicio de Transporte Colectivo Metro, es barato y te lleva casi a cualquier parte de la Ciudad, pero la afluencia de gente es tanta en los días laborales que, el Metro colapsa a menudo, en las horas pico apenas se puedo respirar y en los días de lluvia, llegar a casa se convierte en una odisea.
Afortunadamente, siempre me ha llamado la atención andar en bicicleta, de niño fue una de mis actividades favoritas, pero cuando llegué a vivir a la Sierra de Guadalupe (Ecatepec), andar en bicicleta era imposible debido a las calles tan empinadas y en mal estado.
Aquí, en la Ciudad, el centro es prácticamente plano, hay algunas subidas en el sur, pero no es tan prolongado como muchos dicen. Entonces decidí arreglar una bicicleta que tenía arrumbada, no es tan bonita y es muy pesada, pero la empece a usar como transporte hacia la universidad. Mi trayecto de casa a la universidad era de aproximadamente 15 km de ida y 15 de vuelta, mis compañeros se sorprendían porque decían que era una distancia muy grande y que era mejor usar su coche o andar en el metro.
Yo sigo teniendo los mismos motivos para moverme en bicicleta hasta el día de hoy, en este ciudad caótica, llena de embotellamientos vehiculares, riñas en el transporte público y robos de carteristas en el metro, la mejor opción es moverse en bicicleta, evitas el estrés del transporte, haces ejercicio, ahorras tiempo y eres más feliz.
Así fue como me incursioné en el ciclismo urbano, actualmente uso la bicicleta en casi el 80% de mis recorridos.
Comentarios
Publicar un comentario